lunes, 23 de abril de 2012

Permaneced juntos, más no demasiado juntos. Juntos, pero no revueltos


Este fin de semana se ha casado una amiga.

Quería compartir en el blog unas palabras que a un familiar suyo, finalmente, le permitieron leer, y que son un poema "del matrimonio" de Khalil Gibran (poeta libanés, artista en general, incluso dicen que filósofo). Estoy  totalmente de acuerdo con este poema y, además al ponerlo como reflexión poética embellece su forma, puesto que su contenido es valioso por sí solo.

Del amor, que no debe ser ni egoísta ni posesivo, sino todo lo contrario.
Os dejo el fragmento que más me ha gustado:

"Amaos uno a otro, mas no hagáis del amor una prisión.
Mejor es que sea un mar que se mezca entre orillas de vuestra alma.
Llenaos mutuamente las copas, pero no bebáis sólo en una.
Compartid vuestro pan, mas no comáis de la misma hogaza.

Cantad y bailad juntos, alegraos, pero que cada uno de vosotros conserve

la soledad para retirarse a ella a veces.

Hasta las cuerdas de un laúd están separadas,
aunque vibren con la misma música.
Ofreced vuestro corazón, pero no para que se adueñen de él.
Porque sólo la mano de la Vida puede contener vuestros corazones.

Y permaneced juntos, más no demasiado juntos:


Porque los pilares sostienen el templo, pero están separados.


Y ni el roble ni el ciprés crecen el uno a la sombra del otro."

Se merece aplicarlo a toda aquella situación de amor, yo creo, estén dentro o fuera del matrimonio. Porque la pareja es una, pero las personas de esa pareja, son dos. Aunque compartan muchas cosas, la mayoría, también se necesita el espacio personal de cada uno, y algún momento de privacidad o soledad para uno mismo.
Mi enhorabuena a los novios, y gracias por vuestra velada y vuestros detalles.


Que seáis muy felices juntos.

2 comentarios:

  1. Gracias a ti por ayudarnos en todo lo que hemos necesitado, eres una gran amiga.

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  2. Gracias a ti por tu ayuda, eres estupenda.

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