sábado, 30 de septiembre de 2017

La palabra "sustituír"

Quiero compartir algo que he vivido hoy, para poderlo describir con las sensaciones más recientes.
A veces puedo pecar de "literalidad" (o de "cabezona" también), y por supuesto yo no siempre hablo correctamente o digo las palabras más apropiadas, pero, como sí considero que el lenguaje es un elemento que también puede transformar la realidad, hay que intentar decir las cosas que queremos decir, y no otras.

Dentro de un par de meses, finaliza mi contrato de trabajo. Entonces, se incorporará otra persona a ese puesto de trabajo. Aunque es el mismo puesto de trabajo, y son las mismas funciones, aunque cada persona las desempeñe de un modo u otro aplicando sus conocimientos, habilidades y personalidad propia, son contratos diferentes.


Esa persona, hoy, en un determinado momento me ha dicho "yo soy tu sustituta", y por falta de tiempo, y luego quizás no hemos buscado la oportunidad de seguir hablando o explicando, ahí se ha quedado la cosa. Si me quedo con esa frase, no me siento bien. 

SUSTITUIR: poner a alguien o algo en lugar de otro.

Puede haber muchas interpretaciones, incluso puede que para algunas personas sea correcto ese término, también literalmente, pero considero que puede ser dañino. Está basado en "sustituir" a una persona, cuando somos únicos como personas. Y además, puede implicar una competencia, como si estuvieses deseando que la otra persona se fuera para ocupar "su" (de posesión) puesto, cuando realmente el puesto no es suyo, es un puesto de acceso público, de una empresa, etc. en el que esa persona ha estado un determinado tiempo. 
Y además, las situaciones son más dolorosas si piensas que te van a sustituir, si ponen a alguien en "tu" lugar (y no en "ese" lugar) es como estar esperando a que llegue tu final, esa fecha en la que te cambian, como si fuese un juguete nuevo que sustituye a uno viejo, en la que quizás ya no se acuerden de tí, etc. 






Yo lo veo así: No la ponen en mi lugar, la ponen en el suyo. 

Yo vivo mi contrato, con una fecha de comienzo y de final, como un círculo que se inicia y se termina, una etapa completa, un ciclo con principio y fin, y me siento completa por haberlo completado (aunque suene redundante). Y esa otra persona, empezará a trabajar en ese puesto (que no es de nadie en concreto, sino que existe una vacante y se convoca, es abierta) cuando empiece su contrato, su etapa, que comenzará y terminará y llegará otra persona.
También lo he sentido y vivido así cuando yo he llegado al puesto de trabajo que dejaba otra persona, respetándola en todo momento e intentando utilizar un pensamiento y lenguaje positivo, que no hiciera más violento el hecho de que una persona se quede sin trabajo, aunque otra persona vaya a tener ese trabajo. 


Además, en principio como va por orden, en esta ocasión yo me quedé en primer lugar, ella en segundo, la próxima persona en tercer lugar y etcétera. Esto quiere decir, que el segundo no puede sustituir al primero, porque el primero entró primero, y desarrolló su papel como primero en el primer turno, y la siguiente persona desarrollará su papel en el segundo turno, etc. es decir, un orden, no una sustitución. Una persona detrás de otra, no una persona en el puesto de otra. Lo veo casi más una sucesión.


Si por ejemplo yo, antes de terminar mi contrato, causase baja médica, o me fuera de vacaciones, entendería que si la llamasen a ella, se llamase "sustitución" porque me "sustituye" en mi tiempo de contrato, en mi trabajo, por los días que falte, creo que incluso legalmente aquí podría tener sentido el término.  Pero al no ser así, no es sustitución, porque cuando ella venga, yo ya no estaré, o me iré, pero no me sustituye.

Si cada persona vive su etapa como una etapa completa, habría menos rivalidad, por un puesto que al final, ya desde el inicio (desde los resultados de las pruebas-entrevistas de trabajo-exámenes, etc.) sabíamos si lo íbamos a desempeñar o no, cada persona en una etapa. Nadie le quita el puesto a nadie, sino que cada persona nos lo hemos ganado, y lo disfrutaremos en el tramo que nos corresponda. 

Vivir mi contrato de trabajo, como una etapa completa, como un ciclo con inicio y final, en general causa menos dramas. No se puede decir que te han echado, porque tenías una fecha de fin de contrato. No se puede decir que te han sustituido, porque tenías una fecha de fin de contrato. Si por alguna casualidad te lo amplían, es un motivo de alegría, pero si no, ya sabes desde el momento en que lo firmas, cuándo se va a terminar, te vas concienciando, lo vas asimilando, y eso puede hacerte disfrutarlo mucho más, y organizarte.
También es cierto que igual no todo el mundo no es igual de sensible a estos aspectos. 


Quizás es sólo una rallada, pero a alguien se lo tenía que contar de momento, no sé si estáis de acuerdo. Para mí al menos, este modo de verlo, repito, es más satisfactorio, más integrador (con menos rivalidad), más positivo, menos dramático, menos violento y menos dañino.