lunes, 21 de enero de 2013

Rezaré por tí

Hay ocasiones en las que, aunque queramos hacer algo (sobretodo cuando se trata de hacer algo por alguien o para/con los demás: ayudar a solucionar algo, compartir experiencias, mantener una amistad imposible, que le mejoren las circunstancias a otra persona, etc.), no podemos, no nos dejan, o que incluso es mejor no hacer nada. Pero siempre hay algo que podemos hacer, aunque no se note.
Llamarlo Dios, llamarlo energía, llamarlo buenos deseos... como queráis.
Pero cuando nada se puede hacer, aún se puede rezar.

Pensé en alguna ocasión, decirle a alguna persona "rezaré por tí", para que supiera que estaba a su lado, de algún  modo, cuando ya no podía hacer nada más, y me alegré de encontrar ese algo más que hacer: rezar. Pero, entonces recordé una frase, que hasta hace más o menos un año, no entendí su significado: "Que lo que haga tu mano izquierda, no lo sepa la derecha".

Esta frase ha sido muy comentada, interpretada, criticada, deshonrada, etc. Y es que las interpretaciones son libres, es así, y de hecho, es de agradecer y respetar, y cada uno puede identificar un significado u otro. Yo entendía, que significaba ocultismo. Que puedes hacer algo mal, mientras no se sepa. O que te calles las cosas que no deban saberse. Me consta que se ha interpretado así otras veces, porque he encontrado artículos, comentarios, opiniones, etc. He leído también frases relacionadas como que se dicen unas cosas, y luego por detrás se hacen otras (a Dios rogando y con el mazo dando), hipocresía, apariencias, etc. Encontré esta canción incluso, con ritmo circense, de Bunbury, con el título de esa frase.




Pero, de repente, en una situación cotidiana, descubrí su otro significado, que me dejo perpleja ante la humanidad y honradez que conlleva. No sé como fue exactamente, pero ví que alguien dió algo para otra persona, y la situación permitía que se supiera, no era una limosna, era algo normal, lícito, bueno, etc. Pero, para que hubiera una mayor ilusión, o una mejor acogida, o que nadie se sintiese peor por haber dado menos, prefirió no desvelarlo, aunque para esa persona hubiera supuesto un esfuerzo. Y me dijo esa frase "que lo que haga tu mano izquierda, no lo sepa la derecha".
Su tono fue de absoluta normalidad, no esperaba mi aprobación ni la de nadie, ni lo vió como algo meritorio de nada, simplemente lo hizo como algo voluntario y humilde.

Antes, pensaba que era un refrán sin más, pero resulta que es un pasaje bíblico. Lo busqué, y decía:
"Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos por ellos; de otra manera, no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Por eso, cuando des limosna, no hagas tocar trompetas delante de tí, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser alabados por los hombres; de seguro os digo, que ellos ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hizo la derecha, para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público. Y cuando ores, no seas como los hipócritas, porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos de los hombres. De cierto os digo, que ya tienen su recompensa. Mas tú cuando ores, entra en tu aposento y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto. Y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis pues semejantes a ellos, porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis" Mateo 6, 1-8

Que al fin y al cabo, todo esto viene a decir, "Haz el bien, y no mires a quién".
No sólo para que Dios sepa que lo haces, y busques egoístamente tu recompensa en el cielo, sino por tí mismo, porque es lo que puedes hacer. Y saber que has hecho lo que has podido, esa es tu propia recompensa, no se necesitan más alabanzas. Esto es algo que todos/as entendemos, que no tiene que decirlo la Iglesia (que además lo diría de otro modo), ni un profeta, ni nadie especial. Incluso la satisfacción personal ya podría ser egoísta, dejémoslo entonces en el amor que sentimos hacia los demás.

Lo podemos aplicar a todas las cosas que hacemos en la vida, pues también entendemos que "el que da lo tiene no está obligado a dar más" , o "el que hace lo que puede, no puede hacer más".

Entonces, antes de escribir/decir "rezaré por tí", pensé: o le da la risa, o ¿qué espero que pase?. Nada, no espero nada.
No quiero que nadie piense que las cosas que se consiguen en la vida, son por obra Divina. Aquí cada uno se intenta sacar sus castañas del fuego, lucha las batallas que le tocan, y se esfuerza por conseguir lo que quiere. O no se esfuerza, él/ella lo verá.
En ningún caso, su éxito será gracias a tí. Ni su fracaso, tampoco será por culpa tuya. Aunque, obviamente, saber que algo, una diminuta, milesísima, microscópica parte de los éxitos de los/as otros/as, pueden haber tenido algo que ver con toda la fortaleza y energía que hemos pedido que mantengan esas personas, para que puedan seguir luchando, es reconfortable. Al igual que nuestros éxitos no podemos ni debemos asignárselos a las oraciones de otros por nosotros. Pero entiendo que esos buenos deseos, oraciones, esa energía positiva, ayuda, y no se hace para recibir un agradecimiento, sino por voluntad propia, por el modo de ser, por el aprecio que le tienes... Y hablo de casos en los que no podemos hacer ninguna otra cosa, o no nos dejan, o simplemente es mejor no hacer nada. Por supuesto, eso no excluye hacer otras miles de cosas, cuando se puedan hacer.
En esta ocasión, en la que no había más que hacer, finalmente, no dije nada. Pero yo lo sé. Y la energía llegará, de algún modo, creo.

Como los pensamientos, los deseos, las oraciones... se llevan por dentro, en la intimidad, creamos o no creamos, nos parezca o no una tontería, no podemos saber quienes rezan por nosotros, en qué cabeza o en qué pensamientos llevarán buenos deseos para tí, etc. Pero seguro, que hay alguien que lo hace. No para que se lo agradezcamos, ni para ser recompensado en el cielo, sino porque así es su pensamiento, su tranquilidad, su voluntad... porque te quiere, o te aprecia, o te desea el bien, de algún modo.
¿Por qué no...(aparte del resto de cosas que podamos hacer) vamos a rezar / enviar nuestra energía / desear cosas buenas ... por los/as demás?
Aunque no lo sepan, da igual, no caerá en saco roto.

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