viernes, 15 de noviembre de 2013

Fábula de la serpiente y la libélula

Estos días he encontrado por separado una imagen y una historia, a las que encuentro mucha relación, y quería compartirlas con vosotros. Espero que os gusten. ¡Nunca dejéis de brillar! Ni intentéis quitarle el brillo a nadie, cada cual tiene uno especial.


Cuenta una fábula que en cierta ocasión una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía muy rápido y llena de miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir en su intento de alcanzarla.

La luciérnaga pudo huir durante el primer día, pero la serpiente no desistía, dos días y nada, al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga detuvo su agitado vuelo y le dijo a la serpiente: ¿Puedo hacerte tres preguntas?

- No acostumbro conceder deseos a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar, respondió la serpiente.

- Entonces dime: ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
- ¡No!, contestó la serpiente.
- ¿Yo te hice algún mal?
- ¡No!, volvió a responder su cazadora.
- Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
- ¡Porque no soporto verte brillar!, fue la última respuesta de la serpiente.

Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:
¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo?
Sencillo... porque hay algunos(as) que no soportan verte brillar.

La envidia es uno de los peores sentimientos que podemos tener.
El hecho de que envidien tus logros, tu éxito, etc., ¡que envidien verte brillar! te va a afectar en más de una ocasión, pero cuando esto pase, ¡no dejes de brillar!
Continúa siendo tú mismo(a), sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran... ¡Sigue brillando y no podrán tocarte!, porque tu luz seguirá intacta, porque siempre habrá quien te apoye, porque tu huella permanecerá, porque el recuerdo de lo que fuiste e hiciste quedará, ¡pase lo que pase!

DESCONOCIDO


Justo esta semana un compañero me hablaba de que la gente intenta herirte cuando te tienen envidia... ¿Envidia por qué? Cada uno sabe lo que tiene y lo que no tiene, lo que es y lo que no es. Todos tenemos cosas de las que sentirnos orgullosos, éxitos, y otras de las que arrepentirnos o preocuparnos. Si conocieran cien por cien nuestra situación, quizá no nos envidiaríamos tanto, o si realmente fuésemos cien por cien felices, o lo tuviéramos todo, igual esas personas que lo envidian, no hubieran hecho todo lo que uno ha hecho para conseguirlas (esfuerzos, sacrificios, etc.) "Lo único que cae del cielo, es la lluvia"
Y en caso de envidiar nosotros algo que nos es ajeno, deberíamos preocuparnos por alisar y embellecer nuestro propio camino. Cada cual, dedicarse al suyo, pues los gustos, las circunstancias, las situaciones, las influencias, las decisiones tomadas, etc. son distintas para cada persona, y por eso no podrá haber dos caminos exactamente iguales, dos vidas exactamente iguales. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario