- Sus padres plantaron juntos una semilla cuando eran novios, como símbolo de su amor, que crecería con el paso de los años, planteándose seriamente lo de "tener que regarla y cuidarla", como al amor, que hay que "regarlo" y cuidarlo para que se mantenga (cosa en la que estoy totalmente de acuerdo, y ya no sólo por mantener una llama de pasión, sino por mantener el respeto, que con el tiempo y el desgaste de paciencia, es muy fácil de sobrepasar). Esa planta ha ido creciendo, ha sido trasplantada, ha estado en todas las mudanzas, y hasta el momento ha sobrevivido. El chico me lo contaba totalmente orgulloso de su madre y de su padre. Lo contaba como si esta historia en un futuro llegase a ser el cuento que le contaría a sus hijos/as por la noche antes de irse a dormir. Y con ese sentimiento y admiración, seguro que donde lo cuente, lo contará genial.

Obviamente una planta no crece sola. Aunque haya algunas que necesiten poco mantenimiento, necesitan un aporte de luz, humedad, etc. ni demasiado ni demasiado poco, para poder crecer y subsistir. Es posible que tenga eso, pero por estar en un lugar inapropiado, se deteriore. O que, aunque ambas personas la cuiden, de repente alguien nuevo como un bebé, una mascota, etc. se cebe contra ella, le destroce hojas, se la coma poco a poco ... (Aquí también podéis ver metáfora, si queréis, de cómo a veces otras personas ajenas a la relación, amistades, huéspedes, incluso familiares, nos consumen poco a poco la energía, nos desgastan, etc. y eso repercute en la relación de pareja)
En invierno, hace demasiado frío en el exterior, hay que taparlas, o buscarles un rinconcito en otro sitio. En verano, hace demasiado calor y se pueden quemar si no se cubren con un toldito o les da un poco la sombra, se deshidratan antes... (Esto hace referencia a estar atentos/as a nuestras necesidades y a las necesidades de nuestra pareja).
Incluso, cuando nos vamos de vacaciones, hay quien le encarga a alguien de la vecindad que le eche un ojo a las plantas (seguro que hay quien también lo ha hecho, con las personas, que no digo que esté mal ni que esté bien).
A veces, pueden coger alguna plaga. Una plaga es cuando abunda mucho más de un bichito que de los demás, por eso es bueno que haya diversidad alrededor. (Al igual que en el mundo de las parejas, es bueno que haya diversidad, que cada uno tenga su espacio, que haya ratos juntos y ratos individuales, que haya ratos de alegrías que equilibren las discusiones, para que las penas y las discusiones no estén desequilibradas y predominen, y consuman a la pareja, y se conviertan, por así decirlo, en una plaga...)

A las plantas dicen que les va muy bien que les hablen, que parece que te entienden y les da como alegría. A las personas también, y la COMUNICACIÓN es muy importante en las relaciones de pareja. No sólo hablar, también hacer una escucha activa, mostrar un interés NO CONTROLADOR por la pareja, interés sobre cómo está, mostrar empatía, poder mostrar/hablar de nuestros sentimientos, poder CONFIAR en el/la otro/a, etc.
No creo realmente que, por muy importante que fuera esa planta para ellos, si se muriese tuviera que terminarse también el amor. Al fin y al cabo, a veces, desgraciadamente, eso también pasa con los/as hijos/as, que es algo que la pareja ha creado, ha hecho, ha criado, con mucho cariño, y por algún motivo, mueren antes que ellos. Era fruto de su amor, pero aunque ya no haya fruto, que lo hubo, que siempre lo recordarán, no tiene por qué terminarse el amor, y poder superarlo juntos.
Iba a escribir esta entrada en el mes de Febrero por San Valentín, pero ha llegado ahora. Seguro que leyendo esto, sacáis reflexiones y metáforas súper bonitas, incluso de experiencias propias que os hayan ocurrido, y que podemos compartir en los comentarios.
¡Que llueva bastante y haga el suficiente sol para que brillen todas vuestras plantitas y relaciones!

primer comentario :v
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