En muchas ocasiones de la vida, recuerdo con gratitud un escrito que en mi época de bachiller visualicé casi a diario en la libreta de una compañera y amiga, y que quizás, de no ser por esa casualidad, no hubiese leído. Un escrito para reflexionar...
Retenía en mi memoria el principio y el final, pero para mostrárselo más exacto, lo busqué y copié de otra web, donde además matizan la diferencia entre prácticamente el mismo relato, pero dicho por diferentes autores, de diferente manera, en distintas épocas. (lo tienen abajo)
Yo lo resumiría, como que hasta que las cosas no le pasan a un@, no las entiende. Hasta que algo no nos toca de cerca, y lo vivimos en nuestras propias carnes, no reaccionamos.
Y lo podría aplicar a todo: hasta que un@ no tiene una enfermedad, no sabe lo que se sufre. Hasta que un@ no vive una desgracia, no sabe lo que se sufre. Hasta que un@ no vive un desengaño, una discriminación, una injusticia, un disgusto...no sabe lo que se siente. Hasta que un@ no se queda sin nada, no sabe lo que siente... (También para positivo, hasta que no te enamoras, no sabes qué se siente, hasta que no tienes un hijo/a, no sabes qué se siente...) Piénsenlo, sobretodo en temas emocionales, es así.
Se podría traducir también como empatía, la capacidad que tenemos para ponernos en el lugar del otro...
En estos tiempos que corren, donde peligra la educación y la sanidad pública, además de otras cosas; donde en cada casa hay algún motivo de tristeza; donde vemos a diario suiccidios por situaciones desesperadas, desahucios, familias que no llegan a fin de mes, despidos, quiebras de empresas, embargos, destrucción del planeta, etc. A todos nos toca algo... Personalmente, sí entiendo el miedo. Pero la pregunta que se hicieron este fin de semana en algunos lugares de encuentro y concentración es, ¿dónde está la gente? ¿Qué pasa, que no están en paro, que sí llegan a fin de mes, que les parece genial la situación actual...? Para lo que también me viene al pelo esta reflexión... porque si ahora no les afecta en nada, cuando les afecte, puede que ya sea demasiado tarde, o que entonces, nadie hable por ellos...
Cito textualmente:
"Primero se llevaron a los comunistas, pero a mi no me importó porque yo no lo era;
enseguida se llevaron a unos obreros, pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era,
después detuvieron a los sindicalistas, pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista;
luego apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó;
ahora me llevan a mí, pero ya es demasiado tarde.
Bertolt Brecht, poeta y dramaturgo alemán (1898-1956)
Seamos solidarios con nuestros semejantes, la vida es cíclica, lo que hoy está arriba, mañana puede estar abajo; así, tal como dice la sabiduría popular: “hoy por ti y mañana por mí”.
Pero a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Este texto atribuido a Bertolt Brecht, realmente pertenece al pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892–1984), es parte de un sermón dado por él en la Semana Santa de 1946 y dice así:
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar "
FUENTE: http://calamb.wordpress.com/2008/06/18/primero-se-llevaron/
Retenía en mi memoria el principio y el final, pero para mostrárselo más exacto, lo busqué y copié de otra web, donde además matizan la diferencia entre prácticamente el mismo relato, pero dicho por diferentes autores, de diferente manera, en distintas épocas. (lo tienen abajo)
Yo lo resumiría, como que hasta que las cosas no le pasan a un@, no las entiende. Hasta que algo no nos toca de cerca, y lo vivimos en nuestras propias carnes, no reaccionamos.
Y lo podría aplicar a todo: hasta que un@ no tiene una enfermedad, no sabe lo que se sufre. Hasta que un@ no vive una desgracia, no sabe lo que se sufre. Hasta que un@ no vive un desengaño, una discriminación, una injusticia, un disgusto...no sabe lo que se siente. Hasta que un@ no se queda sin nada, no sabe lo que siente... (También para positivo, hasta que no te enamoras, no sabes qué se siente, hasta que no tienes un hijo/a, no sabes qué se siente...) Piénsenlo, sobretodo en temas emocionales, es así.
Se podría traducir también como empatía, la capacidad que tenemos para ponernos en el lugar del otro...
En estos tiempos que corren, donde peligra la educación y la sanidad pública, además de otras cosas; donde en cada casa hay algún motivo de tristeza; donde vemos a diario suiccidios por situaciones desesperadas, desahucios, familias que no llegan a fin de mes, despidos, quiebras de empresas, embargos, destrucción del planeta, etc. A todos nos toca algo... Personalmente, sí entiendo el miedo. Pero la pregunta que se hicieron este fin de semana en algunos lugares de encuentro y concentración es, ¿dónde está la gente? ¿Qué pasa, que no están en paro, que sí llegan a fin de mes, que les parece genial la situación actual...? Para lo que también me viene al pelo esta reflexión... porque si ahora no les afecta en nada, cuando les afecte, puede que ya sea demasiado tarde, o que entonces, nadie hable por ellos...
Cito textualmente:
"Primero se llevaron a los comunistas, pero a mi no me importó porque yo no lo era;
enseguida se llevaron a unos obreros, pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era,
después detuvieron a los sindicalistas, pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista;
luego apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó;
ahora me llevan a mí, pero ya es demasiado tarde.
Bertolt Brecht, poeta y dramaturgo alemán (1898-1956)
Seamos solidarios con nuestros semejantes, la vida es cíclica, lo que hoy está arriba, mañana puede estar abajo; así, tal como dice la sabiduría popular: “hoy por ti y mañana por mí”.
Pero a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Este texto atribuido a Bertolt Brecht, realmente pertenece al pastor luterano alemán Martin Niemöller (1892–1984), es parte de un sermón dado por él en la Semana Santa de 1946 y dice así:
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar "
FUENTE: http://calamb.wordpress.com/2008/06/18/primero-se-llevaron/
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