Aunque la fuente vuelve a ser producto del marketing, y puede ser un tema al que ya hemos recurrido otras veces, la verdad es que escuchar estos mensajes positivos animan a cualquiera a seguir adelante.
Empujan a centrarse en el presente, en la consecución de objetivos reales, a superar los miedos, las vergüenzas, el qué dirán, el pasado, el peso de un nombre-mote-apellido-fama, a superar el dolor, las derrotas, las caídas, los cambios de situaciones económicas y de "status" sociales, a superar el orgullo, y a armarnos de valor y energía para luchar por el hoy, por el día a día, por nosotros/as mismos/as.
Atentos/as a las frases:
"Lo que has conseguido hasta ahora, no importa,
hasta dónde has llegado, no importa,
no importa quién seas,
no importa lo que has sufrido,
quien tengas delante, no importa,
cuantos tengas detrás, tampoco importa.
Que lo hayas hecho antes o no, no importa.
Nada de eso importa, si hoy no estás a la altura."
Intentar cada día dar lo mejor de nosotros.
Cada día, es el primer día, para algo, para cualquier cosa.
Quiero compartir algo que he vivido hoy, para poderlo describir con las sensaciones más recientes.
A veces puedo pecar de "literalidad" (o de "cabezona" también), y por supuesto yo no siempre hablo correctamente o digo las palabras más apropiadas, pero, como sí considero que el lenguaje es un elemento que también puede transformar la realidad, hay que intentar decir las cosas que queremos decir, y no otras.
Dentro de un par de meses, finaliza mi contrato de trabajo. Entonces, se incorporará otra persona a ese puesto de trabajo. Aunque es el mismo puesto de trabajo, y son las mismas funciones, aunque cada persona las desempeñe de un modo u otro aplicando sus conocimientos, habilidades y personalidad propia, son contratos diferentes.
Esa persona, hoy, en un determinado momento me ha dicho "yo soy tu sustituta", y por falta de tiempo, y luego quizás no hemos buscado la oportunidad de seguir hablando o explicando, ahí se ha quedado la cosa. Si me quedo con esa frase, no me siento bien.
SUSTITUIR: poner a alguien o algo en lugar de otro.
Puede haber muchas interpretaciones, incluso puede que para algunas personas sea correcto ese término, también literalmente, pero considero que puede ser dañino. Está basado en "sustituir" a una persona, cuando somos únicos como personas. Y además, puede implicar una competencia, como si estuvieses deseando que la otra persona se fuera para ocupar "su" (de posesión) puesto, cuando realmente el puesto no es suyo, es un puesto de acceso público, de una empresa, etc. en el que esa persona ha estado un determinado tiempo.
Y además, las situaciones son más dolorosas si piensas que te van a sustituir, si ponen a alguien en "tu" lugar (y no en "ese" lugar) es como estar esperando a que llegue tu final, esa fecha en la que te cambian, como si fuese un juguete nuevo que sustituye a uno viejo, en la que quizás ya no se acuerden de tí, etc.
Yo lo veo así: No la ponen en mi lugar, la ponen en el suyo.
Yo vivo mi contrato, con una fecha de comienzo y de final, como un círculo que se inicia y se termina, una etapa completa, un ciclo con principio y fin, y me siento completa por haberlo completado (aunque suene redundante). Y esa otra persona, empezará a trabajar en ese puesto (que no es de nadie en concreto, sino que existe una vacante y se convoca, es abierta) cuando empiece su contrato, su etapa, que comenzará y terminará y llegará otra persona.
También lo he sentido y vivido así cuando yo he llegado al puesto de trabajo que dejaba otra persona, respetándola en todo momento e intentando utilizar un pensamiento y lenguaje positivo, que no hiciera más violento el hecho de que una persona se quede sin trabajo, aunque otra persona vaya a tener ese trabajo.
Además, en principio como va por orden, en esta ocasión yo me quedé en primer lugar, ella en segundo, la próxima persona en tercer lugar y etcétera. Esto quiere decir, que el segundo no puede sustituir al primero, porque el primero entró primero, y desarrolló su papel como primero en el primer turno, y la siguiente persona desarrollará su papel en el segundo turno, etc. es decir, un orden, no una sustitución. Una persona detrás de otra, no una persona en el puesto de otra. Lo veo casi más una sucesión.
Si por ejemplo yo, antes de terminar mi contrato, causase baja médica, o me fuera de vacaciones, entendería que si la llamasen a ella, se llamase "sustitución" porque me "sustituye" en mi tiempo de contrato, en mi trabajo, por los días que falte, creo que incluso legalmente aquí podría tener sentido el término. Pero al no ser así, no es sustitución, porque cuando ella venga, yo ya no estaré, o me iré, pero no me sustituye.
Si cada persona vive su etapa como una etapa completa, habría menos rivalidad, por un puesto que al final, ya desde el inicio (desde los resultados de las pruebas-entrevistas de trabajo-exámenes, etc.) sabíamos si lo íbamos a desempeñar o no, cada persona en una etapa. Nadie le quita el puesto a nadie, sino que cada persona nos lo hemos ganado, y lo disfrutaremos en el tramo que nos corresponda.
Vivir mi contrato de trabajo, como una etapa completa, como un ciclo con inicio y final, en general causa menos dramas. No se puede decir que te han echado, porque tenías una fecha de fin de contrato. No se puede decir que te han sustituido, porque tenías una fecha de fin de contrato. Si por alguna casualidad te lo amplían, es un motivo de alegría, pero si no, ya sabes desde el momento en que lo firmas, cuándo se va a terminar, te vas concienciando, lo vas asimilando, y eso puede hacerte disfrutarlo mucho más, y organizarte.
También es cierto que igual no todo el mundo no es igual de sensible a estos aspectos.
Quizás es sólo una rallada, pero a alguien se lo tenía que contar de momento, no sé si estáis de acuerdo. Para mí al menos, este modo de verlo, repito, es más satisfactorio, más integrador (con menos rivalidad), más positivo, menos dramático, menos violento y menos dañino.
Una vez más el "optimismo" en la publicidad, nos sorprende esta vez con un producto nacional, y saludable: el plátano de Canarias.
Nos da un mensaje muy contundente, y cierto, aunque muchas veces no lo pensamos, porque creemos que está lejos, pero nunca sabemos cuándo puede llegar... NOS VAMOS A MORIR. Y es cierto, estamos aquí de paso, TODOS Y TODAS nos vamos a morir, tarde o temprano.
Y nos recomiendan... saborear cada momento. (Haciendo algunas apreciaciones que veréis en el vídeo). Saborear lo mejor de la vida.
Buen consejo. ¿Lo apuntamos?
¡¡Feliz año nuevo!!
Estos días espero ir subiendo cositas que me gustaron del 2016, cosas para recordar, no muchas pero bueno, algunas mencionaré.
La primera, (y puesto que hasta San Antón pascuas son, y San Antón es pasado mañana, jeje... todavía algunos/as tendrán el empacho de regalos y celebraciones) es este vídeo, que hicieron unos jóvenes que conozco, sobre la responsabilidad de comprar o adoptar a un animal, y quería compartirlo con vosotros/as.
Sabemos que muchas personas crían camadas de perros para venderlas, sobretodo, algunos/as obligando a las perras a básicamente ser violadas, puesto que en ocasiones las ponen en un potro donde no pueden moverse, o las mantienen quietas mientras el perro las "cubre". Quienes sólo buscan negocio en estos animales, utilizan a estos seres vivos como meros instrumentos de hacer dinero, como si fuesen máquinas de quedarse preñadas y parir bebés. Cuando ya llevan demasiados partos o no soportan más, se deshacen de ellas. Estos casos han llegado a perreras, y a albergues de animales.
Es por esto que a mí no me gusta comprar animales vivos (de momento aún como carne, es decir, animales muertos) y más de los que consideramos animales de compañía, puesto que los compañeros, las compañías, no se compran. A mis amigos/as, tampoco los compro. La vida a veces nos pone en el mismo camino por casualidad, o sé dónde ir a buscarlos (en el caso de los animales, hay muchos deseando tener una familia en los albergues).
En Navidades, Reyes Magos, cumpleaños, comuniones, etc. a veces la gente compra animales, porque de bebés son muy tiernos. Pero más tarde, cuando se vuelve a la rutina del trabajo, el colegio, etc. ahí están las nuevas obligaciones (necesidades fisiológicas, emocionales, físicas, etc. del animal, por cubrir), que hay que incluírlas en el cuadrante con el poco tiempo que nos queda, además de los imprevistos que no habíamos pensado antes (pises dentro de casa, cosas mordidas como zapatos, ropa, juguetes, etc., ladridos que hay que educar, ...). Las estadísticas lo dicen, que esos cachorros tan monos, tan tiernos, que eran unos bebé-cachorro en Navidades, al llegar Abril-Mayo muchos de ellos terminan en perreras o albergues, si no son abandonados en otros sitios.
Obviamente la responsabilidad con respecto al animal, es la misma si lo compramos que si lo adoptamos: en ambos casos tenemos que saber que no es un juguete, que va a necesitar de nuestro tiempo, cariño, paciencia y cuidados, al igual que si tuviéramos un hermanito, es un ser vivo más en la casa, que tiene unas necesidades por cubrir. Debemos concienciarnos antes de nada, de que no son un objeto o un juguete, y asumir que si entra en nuestra familia, habrá momentos divertidísimos, felices, momentos delicados, y momentos malos alguna vez.
Pero también me parece obvio que la responsabilidad con respecto a la sociedad, es mayor, más ético, responsable, y lógico, terminar con el negocio (tráfico de vidas) de estos animales, puesto que hay muchos, a veces con overbooking, esperando que una familia les adopte en albergues y perreras.
Y aunque el mensaje de "no son un juguete", "no compres, adopta", "él no lo haría", etc. se han usado en distintas campañas, creo que seguimos necesitando recordarlo.
Espero que os guste el vídeo. El grupo de jóvenes que lo ha hecho se llama #JóvenesLinces y podéis seguirlos en facebook, instagram, twitter y youtube.
(Y aquí hago un inciso para contar una historia personal, y hablar de mi compañera perruna. Vi carteles en mi veterinario de confianza de una camada grande, con un teléfono. Me imaginé que no podrían encargarse de todos, y que los darían, al igual que a mí me ha tocado hacer alguna vez en el pasado. Cuando llamé, la chica que contestó me dijo que ella los vendía, no los regalaba. Decía que eran de raza, aunque no era así porque no tenían pedigree ni nada, y que además ella pensaba que si la gente pagaba por una animal, eso era como una garantía de que iban a tratarlos bien. Yo le manifesté mi opinión, obviamente tener más dinero que otra persona y poder adquirir determinadas cosas por dinero, no define tu actitud o comportamiento hacia ello. Todos los perros que yo había tenido habían sido de la calle, dados por otras personas sin coste alguno, o de camadas de otras perras que teníamos en casa, y a alguno sólo le había faltado ponerle el plato en la mesa, de lo bien tratados que estaban. Por ejemplo, algunos cazadores compran galgos para que les ayuden a cazar, y en ocasiones, al terminar la temporada de caza se encuentran algunos galgos abandonados, o escenas peores. Aún así, ella iba a intentar venderlos porque se acercaban las fechas de las comuniones, pero tenía muchos y yo sospechaba que eso iba a ser difícil, así que le comenté que si cambiaba de opinión, yo podría cuidar de uno. Al cabo de unos días, me llamó. Había estado pensando en la conversación, y había decidido que yo podría cuidar de uno de ellos. De ellas, en este caso. A día de hoy, ambas mantenemos contacto, y nos enviamos fotos de nuestros/as compañeros/as perrunos/as. Está muy contenta con la decisión que tomó, porque ha comprobado que el dinero o la falta de él, no garantiza el trato que le demos a un animal. La responsabilidad, el tiempo y el cariño que adquirimos con los animales, no tiene que ver con eso. El tamaño del corazón de una persona, no tiene nada que ver con la cantidad de dinero que pueda ofrecer.)