martes, 16 de julio de 2013

Fantasía o realidad

... La nostalgia me invade, a ratos...
Pienso que, aunque parezca triste, o un error, es a su vez inconsciente e incontrolable por el momento... Y es que en lugar de transformar mis sueños en realidad, hay realidades que transformo en sueños...
Realidades tan especiales que no tendrían lugar como un recuerdo de algo real, sentimientos y emociones tan extremas que no caben en una situación ordinaria, incluso a veces tan secretas, que su destino es irse a la deriva, esconderse y mantenerse alejadas por ser de nuevo inalcanzables, irrepetibles; tan increíbles, que, valga la redundancia, no serían creíbles...
Vivencias y experiencias que, aunque hayan sido reales, han sido tan maravillosas, que parecen lejanas, extraídas de otro mundo, del mundo de los sueños... Que es donde se me van quedando acumuladas...
Realidades que parecen sueños, mezcladas con sueños que aún no han sido realidad, en el mismo cajón de-sastre... hasta el punto que a veces, miro en mi pasado,  y no distingo la realidad de la ficción, lo vivido de lo soñado...
Y no sé si eso, en el fondo es bueno o es malo, si he vivido parte de mis sueños, o si he soñado parte de mi vida...
Cuando mi propio desorden es lo que me confunde...

sábado, 13 de julio de 2013

El amor como excusa...

Tenía esta historia guardada en borrador desde hacía tiempo... Al releerla, me acordé de alguna persona especial, que se fascina con el mundo de las mariposas, con la transformación de las orugas en esos seres renovados multicolores... Me encanta que, personas adultas, sigan maravillándose con estos "milagros" de la naturaleza y apreciándolos de esa manera. 
Aunque ahora tengo más reciente historias de otras especies de mariposas... ya las compartiré más adelante, y aprovecharé este relato para compartir toda una metáfora con vosotr@s. 

"Cuenta la leyenda que un niño cada mañana salía a su jardín a ver las mariposas; el las amaba y las admiraba, siempre soñaba con poder atrapar una. Una mañana como todos los días salió a su jardín y se emociono al ver que una mariposa hermosa de preciosos colores se le poso en su hombro y con un movimiento rápido el la tomo en sus manos. Estaba tan feliz que corrió a mostrársela a su padre, al abrir las manos tal fue su sorpresa al ver que la mariposa había muerto. Debido a su emoción el niño la apretó muy fuerte y murió asfixiada."
- Ponle alas al amor -
"El amor es como esa mariposa difícil de conseguir, y muchas veces muere de asfixia, nos emocionamos tanto al encontrar el amor de tal manera que en ocasiones lo asfixiamos. Hay quienes son posesivos con la pareja, hay quienes tienen celos obsesivos y se escudan tras el amor para justificar sus actos; recuerden que el amor es libre no podemos obligar a que alguien esté a nuestro lado, al igual que esa mariposa debemos dejar que la persona amada pueda volar, tu puedes ser un complemento en el vuelo y pueden volar juntos, pero no intentes atrapar a nadie porque quizás ese amor muera de asfixia..."

El amor nunca debe ser la excusa para hacer daño a alguien. 

viernes, 12 de julio de 2013

Enamorada de las historias de un portugués

Ya visteis que el mes pasado no pude subir tantas cosas como me hubiera gustado... Ahora quiero contaros algunas, que me emocionaron y que os recomiendo conozcáis vosotr@s también. Perdonad que me extienda...

Creo que tod@s tenemos alguna "cita" importante al cabo del año. Algún sitio, algún encuentro, algún lugar, algún evento que no podemos dejar de visitar año tras año, casi como una tradición. (Incluso pueden ser varios, y no sólo uno, según cada cual). Y la llegada de esa fecha nos hace mantenernos con cierta tensión, pero sobretodo, con ilusión el resto de días, esperando a que llegue de nuevo.  

Este año, tras varios sin poder asistir a una de esas citas mágicas para mí, en este caso "la magia de las palabras", necesarias para la mente, para el espíritu, para renovarse... Tenía sitio en la agenda para asistir. ¡Perfecto! Pero no había nadie de la otra agenda, de la de teléfonos, que pudiera acompañarme... :( 

Palacio del Infantado, Guadalajara. 22 Maratón de Cuentos.
Foto: MJPL
Aún así, pensé que no podía dejar pasar esa oportunidad, deseaba volver allí... se podría decir que hasta lo necesitaba. Siempre podría encontrar a alguien con quien mantener una conversación agradable, o compartir un rato...
Y sí... A pesar del largo viaje en solitario, me mereció la pena estar unas horitas por aquellos coloridos rincones, y fue un placer coincidir con viejas amistades, y escuchar dulcemente trocitos de historias que compartieron, afinando nuestros oídos y alimentando nuestra imaginación o nuestros espíritus, según lo profundas que fuesen. 



Pero, quería contaros algo mucho más concreto. Dentro de lo particular que para mí es este evento, hubo algo en esta edición que me encandiló especialmente (aparte del orgullo de oír contar, y de ver vender artesanías a un par de viejos amigos, que no por ello amigos viejos...) y es lo que voy a explicar a continuación.